sábado, 15 de octubre de 2016

sueño inmarcesible (V14 Oct. 00:42a.m.)

Hoy traté de entender cómo funciona todo esto:
mi vida se siente inmarcesible
porque cuelga de las pestañas de unos ojos
que han dejado de parpadear para mirarme dormir.

He aprendido a apreciar cada detalle
en cada gesto:
cómo tu labio inferior se curva para decirme sin palabras
que no sabes muy bien qué responder.
Cómo tus ojos se abren todo lo que pueden
cuando no quieres reconocer que no me entiendes.
Cómo apartas la mirada cuando te ríes
y cómo me pongo cuando te ríes...

De verdad que no entiendo qué cojones me ha pasado;
han florecido tulipanes en mis entrañas
y me he llenado de mariposas.
He absorbido todas las ganas por los poros y me he quedado quieta.
Tanto que puedo sentirte
tres veces por cada latido.

Desde que somos
los días los moldean tus palabras.
La luz me molesta más a los ojos
y me duermo para poder verte mientras sueño.
Y sueño.
Todo lo que puedo. Todo lo que me dejan. Todo.

Pero
lo mejor de todo
es que las noches han dejado de pedirme que huya.
Ya no les dan miedo los fantasmas y la oscuridad.
Se han llenado de canciones tristes que te traen cuando me faltas.
Y cuando estás, toda esta nueva sensación...
no sé en qué me has convertido pero no te vayas.

Ahora
puedo decir que me gusto porque
soy capaz de mirarme
con tus ojos.

Resumiendo:

el deseo
que nunca se marchita
de seguir
eternamente
siendo nuestros.

3 comentarios:

  1. Precioso todo lo que dices, sobre todo esa parte de los sueños. un placer leerte Lucía.

    Besitos dulces y dulce fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. lo que puedas, aunque no te lo permitan...déjalos, déjate...dejarse hacer quizá sea un poema en medio de una eterna ilustración, un mismo camino que lleva sin destino a la cara de a quién hace mucho tiempo soñamos, ¿verdad?

    ResponderEliminar